Tiene las ojeras permanentes de las mujeres que ya no se perdonan a sí mismas.
Y los ojos vacíos.
Tiene temblor en las manos y fiebre en las mejillas,
como si sólo hubiera sido una triste muñeca rota.
Con los ojos vacíos.
Y los ojos vacíos.
Tiene temblor en las manos y fiebre en las mejillas,
como si sólo hubiera sido una triste muñeca rota.
Con los ojos vacíos.
Tiene los brazos reparados, los dedos mal cosidos, la espalda restaurada.
Y los ojos, vacíos.
Y los ojos, vacíos.
Con todo el vacío de un océano invertido, de una botella rota, de una rota poesía.
Y los ojos vacíos.
Y los ojos vacíos.
Pero desde el vacío de sus ojos, no creas que no te mira, sólo cierra sus venas y sus manos,
y sus labios cuando tratan de quitarle otra vez, la última gota de alegría.
Dejándola doblada en mil trozos difusos.... y con los ojos, vacíos.
y sus labios cuando tratan de quitarle otra vez, la última gota de alegría.
Dejándola doblada en mil trozos difusos.... y con los ojos, vacíos.
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